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Jaime González

Fotografía

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Viajes

Islas Cíes

Destino español, muy, pero que muy apetecible en estas fechas de verano. Aquel que tenga la suerte de pasar unos días por la comunidad gallega no debe irse de allí sin antes haber disfrutado, al menos por un día, de este maravilloso paraje natural.

Declaradas Parque Natural Patrimonio de la Humanidad, estas islas son ideales para aquellos amantes de la naturaleza ya que no sólo son un destino de playa si no que ofrecen diferentes rutas de senderismo para disfrutar de las maravillosas vistas que nos brinda este archipiélago.

Playa de Rodas

Se encuentran en la provincia de Pontevedra, pertenecientes a la ciudad de Vigo. El acceso a ellas para turistas sólo es posible mediante los ferrys que parten de Vigo, Baiona y Cangas de Morrazo y el año pasado (2013) a nosotros nos costó 18€ por persona el viaje de ida y vuelta. El acceso a las islas está limitado a 2200 personas al día por lo que si vais en época de temporada alta es recomendable reservar el viaje por lo menos con 2 o 3 días de antelación. En nuestro caso lo reservamos directamente a través del hotel donde nos alojamos pero se puede realizar online con Naviera Mar de Ons o con Nabia. Como hay que reservar tanto el de ida como el de vuelta, os recomiendo que vayáis no más tarde de las 11:00 y volváis sobre las 18:00 o 19:00. Siempre os faltará tiempo para recorrer la isla, así que si os gusta tendréis que volver otro día.

El recepcionista del hotel nos recomendó dejar el coche en Cangas, menos saturado de vehículos que Vigo pero todo dependerá qué destino os viene mejor según donde os alojéis. Los barcos salen totalmente puntuales y lo sé por experiencia porque nosotros aparcamos un poco más lejos de la cuenta y no calculamos bien el tiempo que tardaríamos en llegar al puerto desde donde salía el barco. A las 11:00 llegamos a la ventanilla para sellar el ticket, después de pegarnos una carrerita con las mochilas a cuestas, el barco ya había soltado los cabos para zarpar, pero conseguimos entrar.

Fuimos un jueves y en el barco no viajaba demasiada gente, probablemente porque el día anterior había estado lloviendo por la zona, sin embargo, ese día fue totalmente soleado y pudimos disfrutar al máximo.

El trayecto en el ferry lleva unos 20 o 25 minutos hasta llegar al puerto en la playa de Rodas, considerada por algunos como la mejor playa del mundo.

Lo recomendable es que os llevéis comida para el viaje, ya que allí sólo hay un bar en el puerto y venden poco más que bocadillos y helados. Aunque tened en cuenta que la basura que generéis, la tendréis que traer de vuelta. No hay ni papeleras ni contenedores, algo que agradeceréis mucho mientras camináis por allí.

Una vez allí tendréis varias opciones tanto de playas como de rutas de senderismo. Un pequeño puesto informativo os proporcionará todo lo que necesitéis. Casi todas las rutas tienen como destino alcanzar alguno de los faros que vigilan la isla y desde los que podréis tener las mejores vistas de las islas.

Nosotros decidimos hacer primero la ruta del Monte Faro, la más popular pero también la más larga y así pasó, que nos quedamos a medio camino porque no teníamos pensado gastar tanto tiempo ya que luego había que volver. Sin embargo, en mitad de la ruta, se encuentra la curiosa Pedra da Campá, una roca perforada por la erosión del viento. Justo al lado se encuentra el observatorio de aves, desde el que podréis contemplar miles de gaviotas patiamarillas, además de unas vistas espectaculares del entorno.

Playa de Rodas Pedra da Campá

Pensamos entonces comenzar el descenso hasta llegar a la playa de Nosa Señora. Una playa pequeña pero más tranquila, una arena tan fina que os hundiréis en ella y con una zona de rocas y aguas cristalinas ideales para buceadores. Dentro del agua, si os quedáis quietos un momento, empezaréis a ver cómo los peces empiezan a rodearos e incluso tocaros, una auténtica pasada.

Más tarde nos fuimos a la playa de Rodas y pasamos unas cuantas horas allí. Pegaba fuerte el viento, pero una vez tumbados sobre la arena, el momento era totalmente idílico.

Llegaba la hora de marcharse, pero antes queríamos ver la otra playa, la de Figueiras, sin embargo, daba ya la sombra y decidimos no acomodarnos demasiado, por lo que volvimos enseguida y nos quedamos en la playa, esta vez cerquita del puerto para no tener que correr al ver llegar el barco.

En definitiva, una excursión que merece la pena volver a hacer, para visitar otras partes de la isla y disfrutar de su entorno. Totalmente recomendable.

Gaviotas patiamarillas
Gaviotas patiamarillas
Gaviota patiamarilla
Gaviota patiamarilla

Gaviota patiamarilla

Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora
Playa Nosa Señora

La Alfombra de Flores en Bruselas

Una larga escala de vuelta desde nuestra Ruta de los Cuentos de Alemania nos permitió poder contemplar este gran acontecimiento que sucede una vez cada dos años en la Grand Place (Grote Markt) de Bruselas.

La plaza es cubierta por una alfombra de flores de begonia con una extensión de  77 x 24 metros con la ayuda de más de 120 voluntarios que colocan con esmero cerca de 1 millón de begonias.

Cuando hicimos escala en Bruselas, decidimos acercarnos al centro para aprovechar las 8 horas de espera que teníamos para coger el siguiente avión. Desde el aeropuerto hasta el centro de Bruselas hay un tren directo que tarda unos 20 minutos que nos costó 7.50€ por trayecto (15€ ida y vuelta) a cada uno.

Ya en el centro de Bruselas seguíamos la corriente de la gente hacia la plaza del ayuntamiento, la Grand Place. Una vez allí nos encontramos con esta enorme alfombra de flores:

Ayuntamiento Bruselas
Ayuntamiento Bruselas

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Alfombra de flores

Ni siquiera sabíamos acerca de la realización de este acontecimiento, ni mucho menos que es una vez cada 2 años, durante 4 días de agosto. Así que tuvimos la grandísima suerte de coincidir ese día y poder presenciarlo. Pese a la gran multitud, fue fácil hacernos un hueco y echar algunas fotos.

Cada año el motivo del diseño del patrón de la alfombra cambia y en 2012 África fue el homenajeado en la Grand-Place de Bruselas. Un extraordinario tapiz de patrones brillantes que recuerdan los diseños de las tribus de Etiopía, Congo, Nigeria, Botswana y Camerún.

Como comenté, se realiza cada dos años en agosto, así que este 2014 toca de nuevo. Desgraciadamente sólo está expuesta durante 4 días. El 14 de agosto comienza su construcción quedando completamente expuesta al final del día y hasta el domingo 17.

El patrón de este año estará dedicado a los 50 años de la migración turca a Bélgica. Por tanto, la alfombra se verá como los famosos kilims de Turquía (alfombras persas):

Tapiz 2014
Tapiz 2014

Se puede ver de forma totalmente gratuita desde detrás de las vallas, pero si alguien quiere tener una visión más panorámica y elevada, puede subir al balcón del ayuntamiento por 5€ (niños menores de 10 años gratis).

Y para todos aquellos que no puedan asistir a este magnífico evento o tengan alergia a las flores, que no se preocupen, porque una cámara web instalada en la plaza les permitirá verlo en tiempo real.

 

 

 

Ruta de los Cuentos de Hadas en Alemania (IX)

Alsfeld

Excursión imprescindible en la ruta a esta encantadora ciudad medieval. Una excelente muestra de la bella arquitectura de entramado de madera recorre toda la localidad donde podréis pasear por sus calles a la vez que sentís que estáis dentro de un cuento. En la plaza principal del pueblo se encuentra el edificio del ayuntamiento, una gran casa de entramado de madera sobre una base de piedra, salvando una importante inclinación del terreno con dos pequeñas torres en el tejado como si se tratara de una casa de brujas.

Rathaus
Rathaus

En la misma plaza se encuentra una de las tiendas de objetos típicos más bonitas que he visto nunca, estrechos pasillos repletos de estanterías con gran cantidad de objetos de todo tipo que te llamarán la atención. Estoy convencido de que si entras, no podrás salir de allí sin comprar algo. Porque cuando les dices que es para un regalo, las propias dependientas se encargan de envolverlo de tal forma que te quedas enamorado de lo que acabas de comprar y deseas quedártelo para ti. Como no te podrás resistir, al final acabas picando con otra cosa más y, eso sí, esta vez que te la quedas tú.

Interior tienda Alsfeld
Interior tienda Alsfeld (por José Carlos González)
Patio interior tienda Alsfeld
Patio interior tienda Alsfeld (por José Carlos González)
Gnomo tienda Alsfeld
Gnomo tienda Alsfeld

Ese día hizo bastante calor, así que, muy cerquita de ahí nos paramos en una heladería en la que la chica que nos atendió nos preguntó en lo que intuimos ser italiano: «Cono o coppetta?» Sorprendidos, respondimos: «Cono, cono». Por nada más que 1 euro, un rico helado de stracciatella que me supo a gloria, sin nada que envidiar a los helados de 3 o 4 euros que venden por aquí.

Muy próximo al Marktplatz se sitúa el Museo de los Cuentos de Hadas (Alsfelder Märchenhaus). Desgraciadamente, el horario es muy reducido y nuestra planificación no nos permitió verlo el día que visitamos Alsfeld. En mi opinión, se trata de una visita imprescindible si estáis haciendo esta ruta, así que si alguno de vosotros tiene la suerte de disfrutarla, ¡por favor, que me cuente la experiencia!

Según la página oficial de la ruta, se trata de una casa de madera entramada típica, construida en 1628, que contiene gran variedad de representaciones de cuentos. Además, hay una sala especialmente preparada para escuchar algunas de esas historias, narradas por profesionales. En la segunda planta se pueden contemplar una serie de casas de muñecas que abarcan más de dos siglos de antigüedad.

Alsfelder Märchenhaus
Alsfelder Märchenhaus (por José Carlos González)

A día de hoy, los horarios se restringen a miércoles, sábados y domingos de 15:00 a 17:00 y todos los días de vacaciones escolares del estado de Hesse, también de 15:00 a 17:00. Cuando el museo está abierto hay cuenta-cuentos  el primer sábado y el segundo domingo de cada mes, de 15:00 a 16:00.

El precio es de 3€ para adultos y 2€ los niños menores de 16 años, bastante asequible para lo que puede aportar tanto a niños como a mayores.

Ruta de los cuentos de Hadas en Alemania (VIII)

Wolfhagen

Si alguno de vosotros sabe algo de alemán o, incluso, inglés, se dará cuenta de que en el siguiente cuento va a aparecer el malvado lobo. Wolf (Lobo) y Hag (pequeño bosque) dan nombre a este encantador lugar en el que transcurre el cuento «El lobo y los siete cabritillos» (Der Wolf und die sieben jungen Geißlein). En esta ocasión, la conocida versión del cuento que, al que más y al que menos, nos han contado alguna vez de pequeños, apenas difiere de lo que escribieron los hermanos Grimm.

En el centro de esta ciudad más de 775 años de antigüedad se encuentra  la Plaza del Mercado (Marktplatz), con bonitas casas de madera entramadas alrededor y una peculiar fuente. Dos estatuas de bronce a tamaño real  junto a ella representan el cuento de El lobo y los siete cabritillos. El pequeño cabritillo posa junto al lobo que, si os fijáis bien, tiene una cicatriz en el estómago, hecha por la madre de los pequeños para sacar a los suyos de su interior y, posteriormente, introducirle una buena cantidad de piedras mientras dormía profundamente.

Marktplatz Wolfhagen
Marktplatz Wolfhagen
Fuente Wolfhagen
Fuente Wolfhagen
El lobo con la tripa llena de piedras
El lobo con la tripa llena de piedras
El cabritillo más joven
El cabritillo más joven

La visita a esta pequeña población es ideal para finalizar el día ya que se puede ver rápidamente y está muy cerca de la importante ciudad de Kassel, nuestro centro geográfico de la ruta, de la que partíamos para hacer la mayoría de las visitas. Si os alojáis en Kassel varios días, os permitirá hacer excursiones sin recorrer demasiados kilómetros, ya que en sus alrededores suceden la mayor parte de los cuentos. Si queréis, también podéis echar un ojo al museo con la exposición permanente sobre los ciudadanos más conocidos de Wolfhagen a lo largo su historia o, si tenéis suerte, os podréis encontrar alguna representación teatral de cuentos en la plaza.

Ruta de los cuentos de Hadas en Alemania (VII)

Castillo de la Bella Durmiente de Sababurg

No muy lejos de la Torre de Rapunzel, en Hofgeismar, adentrándonos en el corazón de una de las mayores zonas forestales y menos pobladas de Alemania, el Bosque Reinhardswald, se encuentran los restos del Castillo de Sababurg, lugar de origen del cuento de la Bella Durmiente. Construido en 1334, fue abandonado como lugar de residencia a principios del siglo XIX, lo que conllevó a un deterioro considerable del edificio. El castillo comenzó a cubrirse por la hiedra que recorría los muros, llegando a quedar prácticamente escondido entre el bosque.

Y es que según narran los hermanos Grimm…

Una malvada bruja, enfurecida por no haber sido invitada al festejo del nacimiento de Rosamond, la hija de los reyes, predijo que cuando la princesa cumpliera 15 años se pincharía con un huso y moriría. Sin embargo, una sabia mujer, suavizó la maldición y en lugar de morir, dormiría por 100 años.

Efectivamente, la profecía se cumplió y, en el momento que la princesa Rosamond se pinchó con el huso, ésta cayó dormida, junto con sus padres y las sirvientas, los caballos en el establo, los perros en el jadrín y las palomas en los tejados. El castillo entero quedó dormido y fue cubierto de hiedra y espino impenetrable. Durante 100 años todo aquel que intentaba adentrarse quedaba atrapado por el espino y acababa muriendo. Hasta que un día, cumplidos los 100 años, un príncipe se acercó al castillo y el seto de espinos se convirtió en un seto de bellas flores, apartándose para dejarle entrar al interior. Todos continuaban aún durmiendo, cuando encontró a la princesa Rosamond sobre la cama en su habitación, no pudo apartar los ojos de ella debido a su belleza, se paró y la besó. En ese momento, la princesa despertó, también sus padres y las sirvientas y los caballos, los perros y las palomas. Finalmente, el príncipe y la princesa se casaron y vivieron felices durante el resto de sus vidas.

El castillo fue restaurado manteniendo los muros originales y convertido en hotel, restaurante y teatro. Al que tenga la suerte de alojarse en este hotel, se le ofrece una ceremonia especial de bienvenida en el que el príncipe y la princesa representan una versión del cuento.

Además de visitar el castillo, el propio edificio se encuentra junto a un zoo, en el que se pueden observar más de 450 animales de 80 especies diferentes. Y si os gusta el senderismo y la naturaleza, podréis caminar por el interior del viejo bosque de robles y hayas de más de 650 años.

 

Ruta de los cuentos de Hadas en Alemania (VI)

Trendelburg

Trenza de Rapunzel
Trenza de Rapunzel

Continuamos desde Polle hacia el sur como hasta ahora, siguiendo el curso del río Weser hasta llegar a un desvío que va a parar al pequeño pueblo Trendelburg, una fortaleza situada en lo alto de una colina cuya torre principal servía de referencia desde larga distancia.

Viendo las fotografías es imposible no saber qué cuento representa esta torre. Para el que no lo sepa, se trata de  Rapunzel, esa joven con el pelo tan largo que permitía trepar por él hasta lo alto de la torre. Rapunzel en castellano se traduciría por «rapónchigo», una hortaliza comestible por sus raíces con forma de nabo. Desafortunadamente, cuando nosotros llegamos, la torre principal, la más alta, estaba en obras de restauración por lo que la trenza la colgaron en la otra torre, mucho más pequeña y que perdía su encanto.

En el cuento original de los hermanos Grimm, la madre de la niña, resulta tener un gran antojo de rapónchigos durante el embarazo y le pide a su marido que vaya al jardín de la bruja, rodeado por un gran muro, y le coja unos pocos porque, de lo contrario, podría morir. Éste le hace caso, trepa el muro y coge un poco de la planta para dárselo a su esposa.

Al día siguiente, la mujer tenía muchas más ganas de tomar rapónchigo, así que su marido tiene que volver a entrar al jardín de la bruja a por más. Sin embargo, esta vez, la bruja le pilla robando y el hombre trata de excusarse diciéndole que si no, su esposa morirá. La bruja le perdona con la condición de quedarse con la hija que su mujer y él estaban esperando, a lo que él accede.

Cuando la hija nace, aparece la bruja, le pone de nombre Rapunzel y se la lleva para cuidarla. Cuando la niña cumple 12 años, la encierra en lo alto de una torre en medio del bosque, sin puerta ni escalera para acceder. Cada vez que la bruja quería entrar se situaba debajo y gritaba:

«Rapunzel, Rapunzel, deja tu trenza caer.»

Rapunzel tenía un largo cabello rubio como el oro, así que cuando escuchaba eso, lo ataba en un gancho y lo dejaba caer 20 metros para que la bruja trepara hasta la ventana.

El cuento continúa con la parte en la que un apuesto príncipe conoce a la bella Rapunzel y se enamora perdidamente, pero eso lo dejaré para que el que quiera saber cómo acaba se lea el original que, como dije, tiene bastantes diferencias con respecto a la versión que Disney nos enseña.

Umbralejo. Sierra Norte de Guadalajara

Si queréis pasar un día agradable, sin contaminación y sin estrés, fuera de toda urbe, en plena naturaleza, sin duda una excelente opción es preparar una excursión por la Sierra Norte de Guadalajara. Y es que esta zona se caracteriza por el tipo de arquitectura empleada en sus pueblos denominada «Arquitectura negra». El elemento principal en este tipo de construcciones es la pizarra que, como sabéis, es un material mineral oscuro, grisáceo con tonos azulados o violetas consiguiendo unos resultados peculiares.

Una parada obligatoria si os movéis por allí es visitar Umbralejo, una pequeña aldea totalmente deshabitada, en la que se han rehabilitado los edificios conservando su estructura original de pizarra y barro. Actualmente se utiliza como destino para campamentos, comedores o de almacén para herramientas y materiales. Seguir leyendo «Umbralejo. Sierra Norte de Guadalajara»

Ruta de los cuentos de Hadas en Alemania (V)

Polle

Siguiendo el curso del río Weser y a escasa media hora desde Hamelín, llegamos hasta el municipio de Polle, hogar de la Cenicienta. Junto al río se levantan sobre una montaña los restos del Castillo de Polle, con una magnífica vista del valle del Weser.

Vistas del río Weser desde el castillo
Vistas del río Weser desde el castillo

No se sabe a ciencia cierta, pero este castillo está relacionado con el cuento de la Cenicienta (en Alemán: Aschenputtel) ya que fue ahí donde se desarrolló la historia con el príncipe donde la joven doncella perdió su zapato mientras huía. Debéis saber que el cuento popularmente conocido hoy en día dista ligeramente del original escrito por los hermanos Grimm. Y es que Disney tuvo que hacer algunos retoques para adaptarse a un público más infantil pues los cuentos originales incluían pasajes algo fuertes para los más pequeños. Como ejemplo, os pongo un fragmento de lo que pasó después de que la princesa perdiera el zapato en el cuento que los hermanos Grimm escribieron:


«Nadie será mi esposa excepto aquella en la que cuyo pie encaje en este zapato de oro.»

Las dos hermanas se entusiasmaron al escuchar esto porque ellas tenían unos pies bonitos. Con la madre a su lado, la mayor se llevó el zapato a su habitación para probárselo. No podía meter su pie dentro, el zapato era demasiado pequeño para ella. Entonces su madre le dio un cuchillo y le dijo:

«Córtate el dedo, cuando tú seas reina no tendrás que volver a caminar«.

La chica se cortó el dedo, forzó el pie, lo metió dentro del zapato, aguantó el dolor y salió a ver al príncipe. La subió a su caballo con él como su novia y se fueron juntos. Sin embargo, al pasar por el avellano, dos palomas comenzaron a gritar:

Hay sangre en el zapato. El zapato está demasiado apretado, ¡La novia no es la correcta!

Entonces miró su pié y vio cómo la sangre corría por él. Se giró con su caballo y llevó a la novia equivocada de vuelta a casa, diciendo que ella no era la correcta y que otra hermana debería probarse el zapato. La otra hermana fue a su habitación y metió los dedos perfectamente, pero su talón era demasiado grande. Entonces su madre le dio un cuchillo y le dijo:

«Córtate un trozo del talón, cuando tú seas reina no tendrás que volver a caminar».

La chica se cortó un trozo de su talón, forzó el pie dentro del zapato, aguantando el dolor y salió a ver al príncipe.  La subió a su caballo con él como su novia y se fueron juntos. Sin embargo, al pasar por el avellano, las dos palomas comenzaron a gritar de nuevo:

Hay sangre en el zapato. El zapato está demasiado apretado, ¡La novia no es la correcta!

Él miró su pié y vio cómo la sangre se salía fuera del zapáto y cómo había manchado de rojo su media. Se dio media vuelta y regresó a la casa de nuevo.

«Ésta tampoco es la correcta», dijo él, «¿No tendrás otra hija? «No,» dijo el hombre. «Sólo hay una pequeña Cenicienta deformada de mi primera esposa, pero ella no puede ser la novia». El príncipe le dijo que se la enviara con él pero la madre respondió, «Oh, no, ella está demasiado sucia y no puede ser vista».

Pero el príncipe insistió en ello y tuvieron que llamar a Cenicienta. Ella antes se lavó las manos y la cara y entonces fue y se reverenció ante el príncipe, quien le entregó el zapato de oro. Se sentó sobre un taburete, metió el pié dentro del zapató y encajó perfectamente. Cuando se levantó, el príncipe le miró a la cara y reconoció la hermosa chica que había bailado con él. Gritó, «Ella es mi verdadera novia.»

La madrastra y las dos hermanas estaban horrorizadas y palidecieron de ira. El príncipe, sin embargo, tomó a la Cenicienta en su caballo y se alejó con ella. Al pasar por el avellano, las dos palomas blancas gritaron:

No hay sangre en el zapato. El zapato no está demasiado apretado, ¡Ésta es la novia correcta!

Después, ambas volaron hacia abajo y se posaron en los hombros de Cenicienta, una a la derecha y la otra a la izquierda, y se quedaron sentadas allí.

Cuando la boda con el príncipe iba a celebrarse, las otras dos hermanas llegaron, con ganas de ganarse el favor de la Cenicienta y compartir su gran fortuna. Cuando la pareja nupcial entró en la iglesia, la hermana mayor se acercó a su lado derecho y la más joven de su lado izquierdo. Entonces las palomas les sacaron un ojo a cada una de ellas. Después, al salir de la iglesia, la mayor estaba en el lado izquierdo y la más joven en el lado derecho, después las palomas les sacaron el otro ojo. Y así, por su maldad y por mentirosas, fueron castigadas con la ceguera para siempre.


Como veis, una madrastra un poco más malvada de lo que teníamos pensado y unas palomas no demasiado compasivas. El castillo se puede visitar y el coste de la entrada es de 1.5€ para estudiantes (3€ la entrada general). Probablemente se trate de un castillo del siglo XIII que fue propiedad de los Condes de Everstein y, según marca la placa incrustada en uno de sus muros, fue destruido en 1641 y comenzó a restaurarse en 1983.

Lo más interesante del castillo es subir a la torre principal. Unas escaleras excesivamente estrechas nos llevan hasta la lo más alto, siempre procurando avisar antes de subir, ya que como coincida que baje otra persona, nos tocará retroceder. Una vez arriba del todo, podréis contemplar unas vistas increíbles de toda la comarca, el pueblo y el río. Al asomarnos nos fijamos que en el río había un pequeño ferry que ayudaba a cruzar el río a coches y personas. Nos sorprendió no ver ningún puente cerca y que los coches decidieran esperar al ferry para cruzar ya que el río no es demasiado caudaloso.

Si coincide que visitáis la ciudad entre mayo y septiembre, el tercer domingo de cada mes, a las 14:15, en la esplanada del castillo se realiza una actuación de la Cenicienta. Por desgracia, nosotros no estuvimos ninguno de esos días y no pudimos verlo, pero hubiera sido fantástico asistir y seguramente a los niños, y no tan niños, les encante. También hay que decir que como estamos en Alemania, estas actuaciones suelen estar en Alemán y aunque no entendáis nada, los cuentos los conocemos de sobra y te haces una idea de lo que van contando. A la salida del castillo, muy cerca, podréis encontrar una pequeña casa-museo de la Cenicienta, con habitaciones típicas de la época, donde podréis encontrar a la protagonista del cuento junto con sus palomas. La visita es totalmente gratuitay muy rápida, así que no os quitará apenas tiempo.

 

Ruta de los cuentos de Hadas en Alemania (IV)

Nienburg

Días atrás dejamos pendiente este pequeño pueblo que se encuentra a medio camino entre Bremen y Hamelín en el que podréis parar a descansar, dar un paseo o tomar una cerveza en las terrazas del centro, ya que sus calles peatonales y libres de todo vehículo permiten relajarse para tomar fuerzas para lo que queda de camino. Nosotros llegamos un sábado y coincidió que era el día del mercadillo en la plaza y calles aledañas, así que nos encontramos todo tipo de puestos en los que vendían desde salchichas, quesos y pan recién horneado hasta manualidades y prendas de ropa.

Casas de Nienburg

Paseando por las calles nos encontramos un hombre peculiar, un hombre orquesta que caminaba al son de la música de su carro amenizando al resto de personas sentadas en las terrazas mientras tomaban un aperitivo tranquilamente. Nos quedamos embobados mirando y escuchando hasta que se fue, pues la melodía era muy pegadiza, al más puro estilo de una antigua feria. Además le acompañaban unos pequeños monos de peluche que completaban el conjunto de la orquesta.

Hombre Orquesta

Según la guía que seguíamos, en este pueblo debíamos encontrar una escultura de la Pequeña Niña de Nienburg (Die kleine Nienburgerin), símbolo del municipio. Esta niña es el personaje principal de una canción popular de la zona que fue muy reproducida en la radio en los años 30 y que actualmente suena todos los días a las 9h, 12h y 15h, en el carillón en una pequeña plaza cerca de la Iglesia, justo donde se encuentra la escultura.

 

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